Es un proyecto que conjuga los intereses de Daniel Contreras y Guillermo Breither sobre el descargue de ira y la acumulación. A partir de sus inquietudes por estos temas, realizaron una actividad participativa a través de una instalación artística. La misma constaba de un globo que en su interior contenía papeles impresos provenientes de una base de datos obtenida de una página web, donde invitaban a las personas a ingresar sus insultos. A medida que ingresaban los insultos, el globo era insuflado por medio de un compresor de aire, hasta que en algún momento tendía a reventar.